Las enfermedades tiroideas son trastornos que afectan la glándula tiroides, una glándula en forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello, que produce hormonas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. Estas enfermedades pueden manifestarse de diversas formas y pueden afectar la producción de hormonas tiroideas, causando hipotiroidismo, hipertiroidismo u otros trastornos.
Se produce cuando la tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. Los síntomas pueden incluir fatiga, aumento de peso, sensibilidad al frío, piel seca, depresión y constipación. La causa más común es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides.
Es el resultado de una producción excesiva de hormonas tiroideas. Los síntomas pueden incluir pérdida de peso, aumento del apetito, nerviosismo, insomnio, sudoración excesiva y palpitaciones. Una de las causas más comunes es la enfermedad de Graves, que también es una enfermedad autoinmune.
Se refiere a un agrandamiento de la glándula tiroides. Puede ser causado por deficiencia de yodo, enfermedades autoinmunitarias o nódulos tiroideos. El bocio puede ser visible como una hinchazón en el cuello.
Son bultos o masas que pueden formarse en la glándula tiroides. La mayoría de los nódulos son benignos, pero algunos pueden ser cancerosos. Los nódulos pueden causar hipotiroidismo o hipertiroidismo, dependiendo de su naturaleza.
Aunque es relativamente raro, el cáncer de tiroides puede presentarse como un nódulo tiroideo y puede causar síntomas como dolor en el cuello, dificultad para tragar o cambios en la voz. Existen varios tipos de cáncer de tiroides, siendo el carcinoma papilar el más común.
Las personas suelen preguntar sobre los síntomas que pueden indicar un trastorno tiroideo, como fatiga, aumento o pérdida de peso inexplicable, cambios en la temperatura corporal, alteraciones en el ritmo cardíaco y cambios en el estado de ánimo.
Los pacientes frecuentemente quieren saber qué pruebas se utilizan para diagnosticar problemas tiroideos, como análisis de sangre para medir los niveles de hormonas tiroideas (TSH, T3 y T4) o ecografías para observar el tamaño y la estructura de la glándula tiroides.
Muchos preguntan sobre las causas de las enfermedades tiroideas, como la tiroiditis de Hashimoto, el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, o el bocio, así como los factores de riesgo, como la genética, el estrés, o deficiencias de yodo.
Otra pregunta frecuente es sobre las opciones de tratamiento, que pueden incluir medicación para regular las hormonas tiroideas, cirugía en casos de nódulos o cáncer, y tratamiento con yodo radiactivo en casos de hipertiroidismo.