La apnea del sueño es un trastorno del sueño caracterizado por pausas en la respiración o periodos de respiración superficial durante el sueño. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos hasta minutos y pueden ocurrir varias veces durante la noche, lo que afecta la calidad del sueño y puede tener implicaciones para la salud general.
La apnea del sueño es una condición en la que la respiración se detiene y reinicia repetidamente durante el sueño, lo que puede causar fatiga diurna, dificultad para concentrarse y aumentar el riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Los síntomas incluyen ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño, despertares repentinos con sensación de ahogo, somnolencia excesiva durante el día, y dificultad para concentrarse.
El diagnóstico generalmente implica un estudio del sueño (polisomnografía) en una clínica o un dispositivo de monitoreo en el hogar para medir la respiración, los niveles de oxígeno y la actividad cerebral durante el sueño.
Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida (pérdida de peso, evitar el alcohol y dormir de lado), el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) y, en algunos casos, cirugía para corregir la obstrucción en las vías respiratorias.
La apnea del sueño es un trastorno en el cual la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño. Estas pausas pueden durar de unos segundos a minutos y pueden ocurrir varias veces en una hora. La forma más común es la apnea obstructiva del sueño, causada por una obstrucción en las vías respiratorias.
Los síntomas incluyen ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño, despertares bruscos con sensación de ahogo, somnolencia excesiva durante el día, dolores de cabeza matutinos y dificultad para concentrarse o recordar cosas.
El diagnóstico se realiza mediante un estudio del sueño o polisomnografía, que registra patrones de respiración, niveles de oxígeno en la sangre, frecuencia cardíaca y actividad cerebral mientras duermes. También existen pruebas de sueño en el hogar que pueden ser usadas en ciertos casos.
Los tratamientos incluyen el uso de una máquina CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), que mantiene las vías respiratorias abiertas durante el sueño. Otros tratamientos incluyen dispositivos dentales, cambios en el estilo de vida, como perder peso o evitar alcohol, y en casos graves, cirugía para corregir la obstrucción en las vías respiratorias.